Buenas tardes! Me parece espectacular la capacidad que tiene una simple tarta tipo Layer Cake o Drip Cake para trasmitir una u otra sensación solo por el tipo de decoración que tiene, sin dejar de tener en cuenta lo bonitas que son y la presencia que tienen. Como ya sabéis me encanta preparar este tipo de repostería para ocasiones especiales en familia o bien para dar la bienvenida a nuevas estaciones del año, aprovechando ingredientes de temporada. Desde hacia tiempo tenia guardadas en mi móvil muchas imágenes de layer cakes en tonos blancos y rosas... y por fin me he animado a preparar mi propia versión para recibir esta estación. Para mi, una tarta que represente la primavera debe ser, indiscutiblemente, fresca, suave, elegante y con mucha luz. Objetivo cumplido? Sinceramente, sí, con nota. Esta Layer Cake en tonos blancos y rosas está formada por un bizcocho blanco aromatizado con agua de azahar, relleno de crema de fresas naturales, cubierta por una suave crema de queso y culminada con un drip de chocolate blanco. Sabores primaverales, florales i frutales que la convierten en un bocado delicioso y fresco.
El efecto acuarela de la crema es también una de las tendencias más extendidas en la decoración de tartas para celebraciones. Personalmente, creo que le da mucha más vida a la tarta y le aporta un look mucho más actual y moderno. Conseguir que te quede ese efecto puede parecer complicado, pero consiste simplemente en separar un poco de crema para teñirla en tonos degradados e ir creando la capa de decoración de la tarta con los diferentes tonos. Además, en esta ocasión he querido conseguir esos tonos rosados con sabores naturales, sin colorantes, utilizando la crema de fresas de relleno y aportando así también un sabor suave a fresa en esa parte de la crema. Más abajo, en la explicación de la receta os explico cómo conseguirlo!
En cuanto a los sabores, el agua de azahar ha sido todo un descubrimiento para mi, más allá de la bollería y las cocas, donde su uso está más extendido. Me encanta como combina con frutas frescas tipo fresas o moras, todo el conjunto tiene un sabor así floral y frutal que resulta muy interesante y fresco en boca. Además, he querido optar por la crema de queso ya que, además de que me encanta! (y cada vez me gusta más usar este tipo de cremas más delicadas y finas, y no una buttercream que me resulta más densa y pesada), creo que le aporta aún más cremosidad a todo el conjunto de la tarta. Y, sobretodo, que tenga sabor a queso, que para eso es una crema de queso!
Bien, os voy a dejar con la receta. Os cuento que tiene cuatro elaboraciones, todas ellas muy fáciles. Por supuesto, podéis utilizar otro saborizante para la tarta (tipo vainilla, limón...) pero la tarta cambiará y no será en sabor como la mía, pero estará igual de deliciosa. Y, si no queréis hacer tantas elaboraciones, también podéis utilizar una mermelada de fresa o frutos rojos para el relleno (aquí si que no afecta tanto, ya que el agua de azahar es también deliciosa combinada con cualquier fruto rojo... además de que seguiremos consiguiendo ese efecto blanco y rosa tan primaveral). Pero ahora que aún tenemos fresas en el mercado, que mejor que usarlas y sacarles partido! Así que, allá vamos.
LAYER CAKE BLANCA Y ROSA: FRESAS, AGUA DE AZAHAR Y CREMA DE QUESO
* Molde redondo de 15cm de diámetro alto (10cm) o bien molde redondo de 18cm de diámetro (para una tarta más baja de 2 pisos).
INGREDIENTES para el bizcocho blanco:
- 5 claras de huevo
- 250g azúcar
- 180g mantequilla
- 280g harina
- 1 y 1/2 cucharaditas de levadura en polvo
- 1/2 cucharadita de sal
- 200ml leche
- 1 cucharada de agua de azahar (o cualquier aroma/extracto incoloro: vainilla, limón...)
PREPARACIÓN del bizcocho blanco de agua de azahar:
- Precalentamos el horno a 175º con calor arriba y abajo. Engrasamos nuestro molde con spray desmoldante o mantequilla. Reservamos.
- Dejamos todos los ingredientes a temperatura ambiente, sobretodo la mantequilla, cortada a dados para que adquiera más rápidamente una textura pomada, más blanda. También, juntamos la harina, la sal y la levadura en un mismo bol, lo tamizamos y reservamos.
- En un bol, montamos las claras de huevo a punto de nieve, aumentando la velocidad progresivamente. Cuando estén semimontadas, es decir, cuando empiecen a blanquear, añadimos 100g de azúcar, poco a poco, asegurándonos de que se integran por completo. Cuando esté todo el azúcar integrado, subimos la velocidad de nuestro robot al máximo y batimos enérgicamente hasta obtener un merengue firme y estable. Reservamos.
- En otro bol, colocamos la mantequilla y el resto del azúcar. Batimos a velocidad media-alta durante al menos 5 minutos para que la mezcla se vuelva muy cremosa y aireada.
- Incorporamos el agua de azahar y la mitad de la leche. Batimos hasta que se integre.
- En este momento, empezamos a incorporar, poco a poco, a velocidad mínima, la mitad de la mezcla de ingredientes secos (harina, sal y levadura ya tamizadas). También podemos añadirlo a mano, mezclando con una espátula de mano, realizando movimientos envolventes.
- Añadimos la mitad de la leche que nos queda y mezclamos suavemente.
- Y ahora incorporamos la otra mitad de ingredientes secos, de la misma manera que anteriormente.
- Por último, añadimos a la masa el merengue que hemos montado antes. Lo hacemos poco a poco, con una espátula de mano, incorporándolo lentamente para que no se pierda el aire conseguido en el batido de las claras y de la masa.
- Cuando la masa sea lisa y homogénea, y muy esponjosa, la vertemos dentro del molde engrasado y horneamos hasta que al pinchar el bizcocho con un palillo, éste sale seco, sin masa cruda, simplemente con alguna miguita ya cocinada del bizcocho.
*Truco/consejo: el tiempo de horneado, como siempre digo, es muy relativo tanto por el horno como por el molde utilizado. En mi caso, al hornear en un molde de 15cm, muy alto, la tarta ha tardado un total de 70 minutos. Si horneas en 2 moldes de 15cm, deberás reducir el tiempo de horneado. Lo mismo si lo haces en un molde de 18cm, ya que no será tan alto.
*Truco/consejo: durante el tiempo de horneado del bizcocho, aprovechamos para preparar el relleno, ya que este también necesita tiempo de enfriado y reposo.
- Cuando el bizcocho esté totalmente horneado, lo sacamos del horno y lo dejamos templar encima de una rejilla sin desmoldar. Pasados unos 15 minutos, desmoldamos y dejamos enfriar por completo antes de cortar el bizcocho a capas.
INGREDIENTES para el relleno de fresa/frutos rojos:
- 200g fresas cortadas a dados (o cualquier fruto rojo: frambuesas, moras, arándanos, cerezas...).
- 100g azúcar
- 1 y 1/2 cucharadas de maicena
- 70g fresas laminadas (o cualquier otro fruto rojo)
- 2 cucharadas de mantequilla
PREPARACIÓN del relleno de fresa:
- Colocamos las fresas cortadas a dados en un cazo junto al azúcar. Mezclamos con una pala o espátula y dejamos que macerar hasta que las fresas sueltan su jugo. Entonces, ponemos el cazo a fuego medio y calentamos para que las fresas se vayan ablandando y se forme un sirope.
- En este momento, trituramos la mezcla con la túrmix y lo volvemos a poner a fuego alto, para que llegue a ebullición.
- Retiramos un par de cucharadas del sirope de fresa y lo juntamos con la maicena en un vaso. Mezclamos y lo incorporamos al cazo. Sin sacarlo del fuego, removemos hasta que la mezcla tenga una textura más espesa, tipo mermelada.
- Retiramos del fuego, añadimos las fresas laminadas y la mantequilla y mezclamos para que se derrita y se integre con el propio calor de la mezcla.
- Pasamos este relleno de fresa a un recipiente de cristal y dejamos enfriar por completo a temperatura ambiente. Luego lo metemos en la nevera hasta que enfríe por completo y coja un poco más de cuerpo y textura cremosa.
*Truco/consejo: si se hace de un día para otro, nos olvidamos de controlar los tiempos y podemos montar la tarta perfectamente al día siguiente.
INGREDIENTES para la crema de queso:
- 160g mantequilla
- 200g azúcar glass
- 400g queso crema tipo philadelphia
PREPARACIÓN de la crema de queso:
- Antes de empezar a hacer la crema, tenemos que sacar la mantequilla a temperatura ambiente y cortarla a dados. Necesitamos que tenga una textura pomada, blanda, pero no derretida, para que así al batirla adquiera la textura que necesitamos.
- Cuando esté lista, juntamos la mantequilla con el azúcar glass en el bol de la batidora y empezamos a batir, primero a velocidad baja y vamos aumentando. Tenemos que conseguir una mezcla aireada, blanquecina, muy cremosa y sedosa.
- Añadimos el queso crema frío, directamente de la nevera, y mezclamos a velocidad baja hasta que se integre, o bien lo hacemos con una espátula de mano, realizando movimientos envolventes hasta que no queden grumos de queso. Es importante no excederse en el batido y no hacerlo a velocidad alta para que el queso no se corte.
- Reservamos la crema de queso en la nevera hasta su uso.
*Truco/consejo: se trata de una crema de queso que, por sus ingredientes y cantidades, tiene una textura de lo más sedosa y con consistencia, así que nos sirve también para usar con manga pastelera. En mi caso, me gusta prepararla con solo estos tres ingredientes para que tenga un sabor rotundo a queso. Si prefieres, puedes añadirle un poco de vainilla en pasta u otra pasta o aroma.
INGREDIENTES para el drip de chocolate blanco:
- 25ml nata líquida para montar
- 50g chocolate blanco
PREPARACIÓN del drip de chocolate blanco:
- Al tratarse de tan poca cantidad, calentamos la nata en el microondas hasta que empiece a hervir (unos segundos, no más, así que debemos controlar el tiempo).
- Lo sacamos del microondas y añadimos el chocolate blanco troceado. Mezclamos para que se derrita con el calor de la nata hasta conseguir una crema con intenso sabor y olor a chocolate blanco.
- Dejamos enfriar a temperatura ambiente y luego lo metemos en la nevera hasta que tenga la textura deseada para hacer nuestro drip.
*Truco/consejo: si dejamos la ganache de chocolate blanco demasiado tiempo en la nevera, puede endurecer demasiado. Si pasa eso, la calentamos unos segundos en el microondas para retomar la textura más líquida y fluida necesaria para el goteo de la tarta.
Para el paso a paso para el MONTAJE y DECORACIÓN de la tarta necesitamos todo lo que hemos preparado hasta ahora: las capas de bizcocho, el relleno de fresa, la crema de queso y el ganache de chocolate blanco.
- Si no hemos cortado antes el bizcocho, lo hacemos ahora. Con una lira conseguimos tener los bizcochos a la misma altura.
- En una base circular de cartón, colocamos un poco de crema de queso y ponemos encima el primer piso de bizcocho. Untamos con una capa muy fina de crema de queso y realizamos un cordel de crema de queso en todo el contorno del bizcocho (más o menos un dedo de grosor). Rellenamos el centro con crema de fresa y tapamos con el siguiente bizcocho.
- Realizamos este procedimiento hasta tener los 4 pisos de bizcocho.
- Cubrimos el alrededor y la parte superior de la tarta con una primera capa de crema de queso y alisamos con una espátula de mano. Metemos la tarta en la nevera, durante unos 30 minutos, para que coja cuerpo y consistencia la crema y endurezca esta primera capa.
- En tres boles, repartimos la crema de queso que nos queda. En un bol ponemos la mayor parte de la crema, que dejaremos de color blanco. Y en los otros dos boles ponemos un par de cucharadas de crema, que teñiremos en dos tonos rosados, uno más suave y otro más intenso. Para hacerlo, añadiremos una pizca de la crema de fresa que hemos elaborado antes. Todo natural!
- Cubrimos la tarta de nuevo con una capa de crema de queso en color blanco y alisamos bien con una espátula.
- Hecho esto, colocamos pequeñas pizcas de la crema de queso en tonos rosados, de manera aleatoria alrededor de toda la tarta. Alisamos con la espátula o la pala alisadora hasta que tenga el acabado que nos gusta.
- Por la superfície de la tarta, dejamos caer el ganache de chocolate blanco. Para ello, con una cucharilla dejamos caer un poquito de crema por los laterales, para que haga el goteo. Y luego acabamos de cubrir bien con la ganache.
- Colocamos, encima de la ganache, unas fresas cortadas, puntos de crema blanca y rosa, decoraciones de azúcar comestible, flores naturales...
Si he conseguido conquistaros tan solo un poquito, me siento totalmente satisfecha. Yo he de reconocer que esta tarta me ha robado el corazón absolutamente. Su aspecto, su luz, sus colores, sus texturas, su cremosidad, su jugosidad, su frescor... Toda ella, en su conjunto total, se ha convertido en una de mis tartas favoritas del blog.
Deseo, de corazón, que os animéis a probarla, y si tenéis alguna tarta parecida a esta, con este efecto de decoración, estaré encantada de verla. Os espero en los comentarios y en mis redes sociales.
Besooooootes,
Ainhoa.
Te puedo asegurar que a mi me has conquistado totalmente!!! Me encanta la tarta con esos ingredientes y decoración, te ha quedado preciosa y las fotos espectaculares!!!������
ResponderEliminarTe ha quedado preciosa Ainhoa!! Me encanta!! Besos
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